miércoles, 19 de mayo de 2010

La mujer como medio de violencia simbólica

No nos sorprendemos si aparecen modelos o celebrities ligeras de ropa en cualquier medio de comunicación, o mostrándole a uno o más hombres su mejor cara, su gesto más sensual…¿es simple seducción?o a mujeres en spots al servicio cotidiano de sus maridos…Los estereotipos están cambiando a demanda de los valores de la sociedad actual, pero, ¿impera la igualdad social?¿la transmiten los medios? ¿somos realmente conscientes del sentido simbólico que existe detrás de los mensajes publicitarios o en la comunicación en general?


Ya pasó aquella época en la que las mujeres debían cumplir las funciones sociales que los hombres establecían…¿o no? La mujer independiente y capaz ha luchado y lucha por reafirmarse, cumple papeles sociales importantes que son valorados, pero existe un conflicto subyacente que determina una subordinación todavía patente.
La violencia simbólica forma parte de la violencia de género, aunque no es agresiva ni directa, ni se pone a disposición judicial. Los mensajes machistas siguen siendo estrategias comunicativas que tenemos interiorizados peligrosamente y la estructura social y sus interrelaciones tienden a ratificar la dominación masculina.
La Teoría Crítica considera a los mass media reproductores de violencia simbólica, siendo un reflejo de los conflictos sociales más encubiertos, y utilizando la simbología como herramienta para liberar a los mensajes de su contenido real.
Esta teoría habla de los medios como herramienta de dominación cultural por parte de instituciones y estructuras de poder. De hecho, es una herramienta muy poderosa y utilizada históricamente para el sometimiento de muchos a la ideología de unos pocos.
En publicidad, uno de los recursos más utilizados para crear arquetipos que transmitan ideas que puedan calar en los receptores es el uso de iconos sociales. La exhibición de una persona admirada por cualquier razón en una situación que se quiera normalizar resulta de lo más eficaz.
En definitiva, las conductas machistas en el ámbito privado y en el público siguen siendo un conflicto social por resolver. Aunque los medios que se pongan para resolverlos sean limitados por intereses individuales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario